El Matraz de fondo plano es un frasco de vidrio con fondo plano que se utiliza normalmente en laboratorios y otros ambientes científicos. Se caracterizan porque se colocan sobre una superficie nivelada, en lugar de sostenerse con una abrazadera o en un tazón.
Los matraces existen en muchas formas y tamaños, pero todos comparten un aspecto en común: tienen cuerpos anchos en la parte inferior y una sección más angosta en la parte de arriba, llamada cuello. Tradicionalmente, están hechos de vidrio, aunque algunos pueden ser de plástico.
El Matraz de fondo plano se diferencia por la cantidad de volumen que puede aguantar, esto está típicamente especificado en unidades métricas, como milímetros o litros.
Pueden utilizarse para hacer soluciones, para contenerlas o coleccionarlas. A veces también pueden emplearse para medir volumétricamente químicos, muestras, soluciones, etc. También se usan para elaborar reacciones químicas, o en otros procesos como mezclar, calentar, enfriar, disolver, precipitar, hervir, destilar o analizar.
– Los matraces de fondo plano son redondos, usualmente compuestos de un solo cuello, utilizados para calentar compuestos en la destilación o en otras reacciones reactivas.
– Normalmente, sirven para contener líquidos y para calentarlos. Lo más común es que se use una especie de material de gasa que se interponga entre el matraz y la llama. Adicionalmente, los matraces de fondo plano son ampliamente utilizados en la preparación de medios de cultivo bacteriológicos.
– A diferencia de los matraces de fondo redondo, que no pueden pararse solos, los matraces de fondo plano son capaces de hacerlo por su base chata. Es su mayor ventaja.
– Tienen la desventaja de no calentar tan uniformemente como sus contrapartes de fondos redondos. Los matraces redondos deben ser usados con un sistema de laboratorio para apoyarlos y que no se caigan.